Hoy en LibFem Today, inaguramos nuestra sección de testimonios “Yo Te Lo
Resignifico”.
“ASÍ ME EMPODERÉ CON EL CILICIO”
Todes los que hemos conseguido
escapar de la propaganda del cisheterohomoateorojodemierdayfachapatriarcade,
sabemos el daño que hace la falsa creencia de que hay cosas que son buenas y
cosas que son malas para la sociedad, sin considerar el hecho de que a alguien
particularmente le gusten. Concretamente sin considerar que a mí me gusten.
Como miembre trans del Opus Dei
sufro una doble opresión: la de la comunidad religiosa a la que pertenezco que
no acepta mi condición genderfluid, y la de los hipócrites progres que creen
que el Opus Dei representa unos valores retrógrados que rechazan. Parece como
que nadie ha entendido el verdadero significado de la libertad individual y el
análisis subjetivo de las cosas, y eso me frustra un montón, porque yo, desde
mi posición de más oprimido, soy muy sensible.
Como católique siempre he
considerado que la transmutación del pan y el vino son una metáfora para
explicarnos que podemos cambiar a voluntad para ser aquello que sintamos en
cada momento. Muchos amigos no entienden por qué pertenezco a una institución
que no aprueba mi genderfluidez, pero yo les explico que los caminos del
transfeminismo son inescrutables. Por ejemplo mis hermanos de la Obra me
animaron a que encontrara la paz interior por medio del uso del cilicio y este
hecho ha cambiado mi vida. He de decir que sólo lo utilizo cuando me siento
mujer, que es, ya sabéis, cuando me siento insegure y sumise, que es como son
las mujeres, tal y como la ciencia ha probado en varias ocasiones. Cuando me
siento hombre normalmente no voy mucho por ahí poruque lo que me llama es salir
de fiesta. El conflicto estriba en que cuando soy mujer y por lo tanto soy del
Opus, mi orientación sexual cambia y me vuelvo lesbiana. Una amiga lesbiana me
dice que puesto que siempre me siento atraíde por mujeres no puedo decir que mi
orientación sexual varíe, pero yo le contesto que lo que le pasa es que es una
tránsfoba y que se revise sus cisprivilegios y me coma el n@b#.
Para ir al grano de una vez, el caso
es que cuando soy une numerarie lesbiane del Opus y uso el cilicio para
reprimir mis deseos, muchos creerían que estoy participando de un acto
represor, pero no es así. A continuación os voy a enumerar los motivos por los
que el cilicio me empodera:
1 – Reapropiación de tu propio
cuerpo: “Mi cuerpo es mío y me lo mutilo cuando quiero”. Es un acto de libre
elección.
2 – Sororidad: Sientes de una forma
física el sufrimiento de tus hermanas. Luego piensas que es imposible que
ninguna sufra tanto como tú y se te pasa.
3 – Autofortaleza y empoderamiento:
Así sé que soy capaz de resistir el dolor si alguna vez sufro una agresión
machista no consentida libremente. Ésta es una inteligente manera de afrontar
la violencia que no entiendo como aún no se fomenta por parte de las
instituciones.
4 – Empoderamiento sexual: Sí, me
siento sexy con el cilicio puesto, ¿crees que debería hacérmelo mirar? Revisa
tus prejuicios con el sexo y tu puritanismo.
Ya sé que os habeís quedado bizcos
con mi testimonio, lo he escrito a sabiendas de que iba a hacer explotar
vuestras estrechas cabezas opresoras. Pero no desesperéis, algún día si os
esforzáis mucho quizás entenderéis que la lógica es un constructo social, y por
tanto el mundo debe regirse por lo que yo os cuente.
Más amor y menos odio, amigues.
Hasta luegui.
jajaja, buenisimo...Muy cerca de la realidad..
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